"Más de mil mensajes cariñosos, llenos de afecto y yo diría de amor, a mi despedida transitoria (eso espero) de todos ustedes, es tan inesperado como hermoso. Una recompensa enorme que me llevo de este paso por Huracán donde compartimos tantas cosas en tan poco tiempo. Estuvimos juntos casi desde el principio hasta el final y vivimos lo que yo nunca había experimentado como entrenador, las emociones de un equipo que hacía del fútbol una fiesta que nos llenaba de ilusión y de esperanza y con quien terminábamos los partidos plenos de orgullo. Mas allá de los resultados, pudimos disfrutar de nuestra identidad futbolera y de la alegría de todo un barrio que acudía al estadio a revivir tiempos mejores. El final estaba anunciado como en la novela de García Márquez. Solo se demoró porque no es fácil desprenderse del cariño de todos ustedes y por no fallarles a los jugadores que se quedaron por estar comprometidos con el cuerpo técnico. Y ahora que ya no estoy, empiezo a pensar en la vuelta. Mientras tanto alentemos a los jugadores que resisten este mal momento para poder mejorar en lo posible el dichoso promedio. Solo quiero responder a tantas expresiones de cariño que estoy recibiendo todos los días. Un abrazo emocionado y nos vemos en la cancha"
Hasta siempre, maestro