Saltar es algo así como cuando elegís entre sexo o amor, cuando te tomas un respiro y decís basta, cuando ya viste cuando lejos podes llegar, pero ¿valió la pena? ¿Cuánto viviste? ¿Cuántas veces sonreíste? ¿Y ahora qué? ahora que todo pasó, y es más esta muy lejos. Ahora que las cosas ni siquiera llegan al punto de llamarse recuerdos, igual no suelo arrepentirme de las cosas pero menos que menos suelo aprender, me conozco, conozco cada rincón de mi cabeza y cada cm de mi cuerpo, pero me salió caro conocerlo, entonces ¿valió la pena? supongo que no, pero si hoy me voy a poner a pensar en esas cosas, cuantas cosas no valen la pena. Desde hoy me propongo que todo valga la pena, nada más de me da lo mismo ni no me suma ni me resta, desde hoy que todo sea un poco mejor para mí y saltar un poquitito menos.