Y llega un extremo en el que no aguantás más, llega un punto que lo único que queres es desaparecer, que lo único que necesitas es ese abrazo de la persona que a pesar de que la tengas tan cerca, está tan lejos. A veces todo lo que necesitamos es una simple sonrisa, o una mirada sincera que nos guie, que nos de una razón por la cual sonreir y seguir, pero cuando eso que necesitamos no aparece, nisiquiera en las personas más cercanas a vos te quedas sin guia, sin saber para donde mirar.Hoy me siento así, una nena de 5 años perdida en un parque lleno de gente donde a penas se escucha su llanto desesperado por encontrar a su mamá. A veces no sé lo que siento ni lo que quiero, a veces no se a donde ir ni a quien acudir pero siempre, hasta ahora, tuve la suerte de que alguien me guiaba. Hoy, ya ni eso está. No hay peor compañía que la soledad, no hay peor grito que el silencio, no hay peor vació que el de unos oidos, no hay peor dolor que ese de sentir que no te registran, que no te quieren. Aunque yo ya sé que querer no es poder, aunque yo ya se que aunque amé quizás no soy recompensada de la misma manera, pero es inevitable querer, es algo que no se elige ni con la razón ni con nada, nisiquiera se elige con el corazón. Y a veces me gustaría saber que es lo que siento, que es lo que quiero, lo único que sé ahora es que quiero estar sola.