Cómo pasa el tiempo...! A veces tengo ganas de congelarlo y quedarme en esa imagen, con esa sensación. A veces, tengo ganas de retroceder, revivirlo, repetir cada instante o volver a intentar pasar ese obstáculo que no pude esquivar, cambiar de camino. U otras simplemente quiero adelantarlo, apresurarme y llegar antes, arriesgarme. En fin, esa tentación de ahuyentar la posibilidad del sufrimiento, de la desepción, de la frustración, del dolor o del aburrimiento, que, después de todo, son estaciones por donde pasa, inevitablemente, el viaje de la conciencia que madura. Qué loco, no?
By Agustina Di Filippo
