2009-05-24

A veces pienso que todo lo que nos rodea es un espejo. Cuando nos miramos al espejo, ¿lo hacemos para ver como nos ven los demás? ¿O para ver si el espejo nos devuelve la imagen que tenemos de nosotros mismos? A veces lo que más odiamos de los demás, es un reflejo de lo que más odiamos de nosotros mismos. Los espejos pueden ser traicioneros. Uno puede perderse en un espejo. Hay espejos en los que queremos reflejarnos. Hay espejos en los que uno ve lo que quiere ver, pero también lo que no quiere ver. Hay espejos en los que no queremos mirarnos. Hay espejos en los que uno no se reconoce. Con nuestros ojos podemos ver todo, salvo a nosotros mismos, para eso, necesitamos un espejo. Mientras nos miremos en espejos equivocados, solo tendremos destrucción. Hace falta mucho coraje para mirarse al espejo y aceptar lo que vemos. No existe el espejo que nos muestre lo que queremos ver, solo hay que mirarse al espejo y aceptar lo que vemos...

-Porque eso, nos guste o no, es lo que somos.